El siguiente documento ha sido extraído del periódico No. 175 "El Insurgente" Órgano de análisis y difusión del Partido Democrático Popular Revolucionario y del Ejercito Popular Revolucionario a través de el Centro de Documentación de los Movimientos Armados (CEDEMA.ORG).
En todo este tiempo no habíamos tenido la oportunidad de
leer detenidamente todos los libros que han escrito ex combatientes
guerrilleros que pudieron seguir con vida, así como tampoco todas las tesis
académicas para licenciaturas, maestrías y doctorados, pero en las que sí hemos
leído nos hemos dado cuenta de que en la mayoría existen, por la forma en que
se desarrolló el movimiento revolucionario en nuestro país, muchas
imprecisiones y malas interpretaciones por lo que no cubren los requisitos
necesarios para mencionarlos en otros escritos y quienes los citan sólo le dan
vueltas a un mismo círculo viciado de origen porque se basan en informes
policíacos hechos a modo.
Poco a poco y con mucha prudencia nosotros hemos considerado
que es importante aclarar algunas imprecisiones, hablamos de prudencia para no
caer en actos voluntariosos o datos
inexactos y menos datos verdaderos no conocidos públicamente que sirvan
a la inteligencia del Estado, porque hay algunos autores que parecieran
provocadores al escribir sus libros. Hemos existido por mucho tiempo gracias al
esfuerzo, la abnegación y congruencia ideológica de nuestros militantes que han
caído en las garras del enemigo aunque muchos de ellos, al salir libres, no se
hayan incorporado nuevamente en nuestras filas pero, reconocemos su valentía,
su lealtad y sus principios, todo ha sido en paz y si algún reproche pudo haber
habido el tiempo y la madurez los ha hecho personas capaces y brillantes en su
cotidianidad.
Uno de los libros que hemos leído es la primera edición de
abril de 2015 que se titula Jóvenes de los setentas, del amigo Francisco
Martínez Mejía, del Taller editorial Casa del Mago de la Ciudad de Guadalajara,
Jalisco, México.
Y lo que podemos decir es que al amigo Mejía le llamábamos
cariñosamente “cachetes” y solo algunos compañeros de nuestra organización
sabíamos de ello.
Así que entremos en materia.
En su página 28, menciona a Benjamín Ramírez quien lo
presentó con Francisco Márquez a quien se
le conocía como Fulgencio y a Miguel Topete. A Fulgencio le llamábamos
Pujanzas, llegó a la ciudad de Oaxaca junto con Camilo, Pedro Orozco Guzmán, a
un domicilio que solamente dos compañeros conocían, platicamos y por ser una
casa familiar se les atendió como se debe atender a un compañero, de ahí se les
transportó a una zona campesina en donde contábamos con una amplia base
política en donde se encontraba el Tobi, José María Ortiz Videz, a quien
también se le había llevado días antes, ahí estuvieron como en su casa, se
acordó con ellos y organizamos que atravesaran una cordillera en donde al
avanzar serían apoyados por toda una red de compañeros para llegar a otro
poblado en dónde también había base política, y las autoridades de ese
municipio eran parte de la organización revolucionaria.
Un municipio donde la voluntad popular triunfó en las
elecciones y fue reprimido militarmente para no reconocer su triunfo, resistió
con una gran fuerza popular, el gobierno tuvo que ceder, la única condición que
les pidió para reconocer la voluntad popular es que pertenecieran a un partido
político y para no inscribirse en el PRI lo hicieron en el PAN, que en ese
tiempo no era más que un reducido partido de oposición, esa fue en esos
momentos la táctica de nuestra organización porque no había otra
posibilidad.
Esta acción ocasionó que el gobierno de la entidad siguiera
reprimiendo pero al unirse otros municipios, relativamente, los dejaron de
hostigar, entonces los tres compañeros vivieron a plenitud su estancia ya que
Camilo y Pujanzas venían huyendo de la agudización de la represión en
Guadalajara. Al hacer la travesía el compañero Fulgencio al caminar pujaba por
el esfuerzo, de allí que cariñosamente le empezáramos a llamar Pujanzas. Se
dedicaron a entrenar y a cazar, teniendo un trato especial y protección de las
comunidades.
Queremos aclarar que lo de pertenecer al citado partido fue
una táctica, ya que en esos pueblos teníamos un pequeño campo de entrenamiento
militar y político que proteger.
Esto lo comentamos porque ya nos conocíamos de tiempo atrás
porque en la Casa Sonora nos reuníamos, para
no exagerar, como 50 jóvenes de todo tipo para entrenar Karate militar y
tener pláticas de politización. Fue ahí, que el instructor, por una imprudencia,
le pegó un fuerte golpe en el xifoides al compañero Miguel Topete de ahí que
posteriormente se volvió un chascarrillo que siempre le recordaban y él también
recordaba aquel pesado entrenamiento y la influencia del instructor, esto,
todavía antes de que lamentablemente falleciera.
No interesa mucho si se le llama a los compañeros de la Casa
Sonora “independientes” ya que el trato que se había hecho con el Clark era ése
porque se empezaba a utilizar ya la clandestinidad para que no se pusiera en
peligro la integridad del instructor.
También ahí se conoció a Arnulfo Prado el Compa citado en su
página 35 y en la juventud comunista se conoció a los hermanos Campaña, a
Samuel Meléndrez Luévano, a Benjamín Castañeda, a los Antonios, a Rosita, a
Fabián, Juan Reos, Amalia Meléndrez, Arturo Rosas El ministro, a los que llegaban del D. F. como Gerardo
Unzueta y muchos más.
Los entrenamientos fueron una necesidad para la mayoría de
los muchachos que empezaban a consolidarse como Frente Estudiantil
Revolucionario (FER) para defenderse de las agresiones físicas de los miembros
de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) y en la Casa Sonora
también hacíamos la propaganda en su contra y se organizaban en grupos que ya
para entonces les llamábamos comandos para pegar y repartir la propaganda.
En esos tiempos ya se repartía como si fuera volante nuestro
lineamiento político de la Unión del Pueblo y lo dábamos como si fueran
“virotes salidos del horno”.
En el capítulo 2, pág. 38 y 39 en el que mencionas el
secuestro del cónsul Terrence George Leonhardy queremos hacer una precisión:
Se había quedado a nivel de la elemental dirección del
grupo, que al calor de los acontecimientos quienes se iban a responsabilizar de
la coordinación general de la acción se llamarían Fuerzas Revolucionarias
Armadas del Pueblo (FRAP), porque como tú dices estaba el Milton, Héctor y el
tiburón Meléndrez entre los más conocidos pero, atrás de ellos había una
estructura fuerte y adecuada como organización revolucionaria, por la cual
todavía existimos hoy y como PDPR-EPR no podríamos ni debemos dar mayor
información.
Sin embargo, realizaron la acción sin dicha coordinación,
razón por la cual nuestros compañeros hicieron el mejor de sus esfuerzos para
agregar a la exigencia de liberación de los hermanos Campaña y Robles Garnica
una lista con el nombre de otros presos políticos, ya que la única razón de la
acción era poner en libertad a los Campaña como única voluntad de su hermano
Ramón, quien en lo político, tenía una gran incomprensión por desconocimiento
de la teoría marxista, a él lo movía su “buen corazón”. De eso nos dimos cuenta
desde las primeras pláticas que tuvimos.
En la pág. 42, de la llegada del Tobi a Guadalajara a quien como joven le gustaba
hacer sus brindis y en éstos siempre comentaba sus anécdotas por lo que era
natural que les diera “la fiebre de los explosivos” no sólo a Ray Hernández
Castillo y a Camilo como tú dices pero, al ver la causa de lo que estaba
ocasionando se planteó que Tobi dejara Guadalajara y regresara al D. F.
Eran tales sus anécdotas que muchos de ustedes lo creyeron
invencible e inalcanzable por el poder burgués, así que cuando lo detuvieron
sintieron un gran temor de ser aprehendidos, que ante “la grandeza” de su
condición revolucionaria, pues si a él lo habían detenido, cómo les iría a los
que tuvieran menos experiencia.
Desconocíamos que tenías baldado un brazo y no lo tomamos en
consideración. La precisión es que si lo hubiéramos sabido, lo hubiéramos
resuelto de la mejor manera con auxilio
médico especializado.
En la página 53, sobre la lista que se hizo para que los
presos salieran hacia Cuba habíamos opinado sobre la inclusión de algunos
compañeros más y esa lista la dejamos con Ful y Camilo; anteriormente a esta
acción, como tú dices en la misma página, todavía no tenían un nombre porque
era tal la efervescencia del movimiento, la desesperación y la falta de lectura
que no podían hacer un lineamiento político que les diera cohesión a pesar de
que nuestro lineamiento, como te decía antes, se había repartido a diestra y
siniestra con el propósito de que por lo menos fuera un guía para la acción
pero, como estaban tan dispersas la fuerzas todos querían monopolizar el
movimiento. De nosotros nunca fue ni será nuestra intensión, ver entrevistas
del PROCUPPDLP en la revista Por esto!, Núm. 216 del 4 de junio del año 1986.
En el capítulo 3, pág. 63 se dice que la Liga Comunista 23
de Septiembre copó a casi todo el FER, eso no es cierto, muchos de nuestros
compañeros coadyuvaron a hacer de la Liga lo que hoy dicen que fue.
En la pág. 85 al final se ve que nosotros no andábamos tratando
de obtener más dinero de lo que era justo, aunque en páginas posteriores caigas
en contradicciones al escribir que después se les fue a pedir todo.
En la pág. 112, el trato que dieron los cubanos a los que
llegaron a la isla no podía ser de otra forma. Y algunos no comprendieron desde
un principio lo que se planteó, que era un favor del gobierno cubano a Luis
Echeverría, ver entrevistas en la revista Por esto!, antes mencionada, también dices
en esa página que mandamos del D. F. a unos chavos pueblo, flacos y morenos, no
sabemos que quieres decir con chavos pueblo, flacos y morenos lo que es cierto.
Lo que no es cierto es que hayamos mandado a pedirles coches, armas, tiros y
dinero.
Luego dices que “el gordo” dijo “estos oaxaquitas, creen que
somos sus papás o sus maridos”, consideramos que pones palabras en su boca, que
no nos atrevemos a creer, luego dices que la brigada del flaco quedó en el aire
coordinada sólo por las FRAP, otro desacierto y en la pág. 113 escribes que
comenzaron el año con el ajusticiamiento de Ramírez Ladewig, situación que al
comentárnoslas publicamos en nuestro periódico Proletario, la verdad que nos
habían comentado ya que ustedes no lo habían reivindicado, porque no sabíamos
su intención de ocultarlo, no sabemos aún la razón por lo que no querían darlo
a conocer aunque después sí lo hicieron, nosotros lo hicimos no como una
delación sino porque fue una tarea revolucionaria.
En la página 127, mencionas a David López Valenzuela, el
Tomi, recuérdate que cuando hablaron con él en una de sus casas que suponemos
que era de seguridad y nos llevaron para ser testigos de honor, cuando
discutían sobre dinero, no situaciones políticas, el Tomi llegó a tal violencia
que salió de la casa rompiendo toda norma de seguridad y ustedes no hicieron
nada, por lo que nosotros nos retiramos.
En la página 148, cuando mandaron un emisario a Cuba para
“llevarles dinero a los expatriados”, de regreso éste trajo unos casetes con la
voz de Alfredo en los cuales todo lo que decía eran aberraciones que no iban de
acuerdo con una política revolucionaria, tú sabes lo que decía y sería bueno
que lo publicaras porque realmente dan pena ajena. De ahí que nos diste una
fórmula química y al estudiarla, un doctor en esa materia nos dijo para qué
servía y dijimos… esto es una locura.
En relación a la invitación a participar en una escuela de
cuadros de la UP en el D.F. que relatas en las páginas 161, 162 y 163, te
recuerdo que no fue así, no son nuestros métodos, el lugar donde se realizó la
práctica era una zona de la organización, es decir, base política de la
revolución. En la página 168, dices que llegaron unos chilangos de la UP “que
traían un ultimátum de Tiburcio ya no era una invitación de integrarse sino una
exigencia de someterse, igualito que años antes les habían dicho los de la Liga
23 de septiembre”, primero: nunca exigimos que nadie se sometiera y a nosotros
nunca nos dijeron esas palabras los de la 23 de septiembre, de lo que nos
acusaron fue de ser campesinistas por plantearles nuestras experiencias de
construcción de la base política en las zonas rurales y discutir posiciones
teórico políticas, después de eso dieron la consigna de asesinarnos, más otras
cosas, de ello fueron testigos y desgraciadamente ya no viven Pedro Orozco
Guzmán y Miguel Topete y este caso debió de haberlo comentado Miguel.
Luego dices que “el ambiente se puso ríspido y al decir de
los chilangos que si habían tenido miedo de decirle que no en su cara a
Tiburcio los comisionados de las FRAP, Mario, Jorge, el pequeño y Juanillo
sintieron el impulso de un arreglo personal con estos altaneros”.
Te recordamos lo que sucedió, cuando el chilango platicaba
contigo sobre películas y cultura lo que le contestabas denotaba el atraso, le
daba risa y como chilango hacía aspavientos, de allí que propusiste otra
reunión en un parque y en ese parque prepararon una emboscada para asesinarlos,
pero el chofer que iba a procurarles la huida le contó a Héctor Eladio toda la
trama y fue que él decidió ir personalmente a la cita y felizmente no terminó
en una tragedia; lo que dices que comentó el michoacano a Juanillo, no es
cierto.
Creemos que no lo haces de mala fe ya que tú en esos tiempos
no eras un militante más, sino la dirección de las FRAP y que la gota que vino
a derramar el vaso fue cuando personalmente se te dijo que las FRAP ya eran
inexistentes y que usando los métodos que estaban usando iba a desaparecer
completamente y fue cuando comentaste que ibas a matar al compañero que te lo
había dicho porque te había echado la sal. Lo único que podemos decir
amigablemente es que cuando uno tiene muchos problemas se debe conducir por la
vía científica y recurrir a quien trata problemas que muchas veces no hemos
podido resolver, te deseamos suerte y buenaventura.
Te recordamos que en una organización revolucionaria bajo el
acoso del Estado y sus esbirros debe uno ser bastante enérgico para llevar a
cabo una clandestinidad más no un anonimato, ya que en la clandestinidad nadie
sabe todo y el que sabe algo debe tener discreción y si escribe debe escribir
lo que supo y no especular, que esta vida a pesar de lo azarosa cuando hay
congruencia política e ideológica se es feliz hasta el último suspiro de
nuestra existencia.
Por nuestra seguridad y convencidos de que la revolución no
se trata de asuntos personales, por primera y única vez te hago estas
precisiones.
Revolucionariamente:
Comandante Eleazar Campos Gómez
Marzo de 2017.
Año 21 Nº 175 Marzo
de 2017.
PDPR-EPR.
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