viernes, 3 de marzo de 2017

LA PRIMERA MUJER MURALISTA EN MÉXICO FUE COMUNISTA: AURORA REYES.

El olvido, amor mío, es palabra maldita,

que retorna a lo informe, al origen de la sombra,

disolviendo la huella de la luz traicionada.

Aurora Reyes.


En la historia del muralismo mexicano, normalmente vinculado a Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros e, incluso, Rufino Tamayo, logro figurar una representante femenina, aunque de ella poco se refiera en el movimiento social y en el recuento del patrimonio artístico del siglo pasado: la hidalguense Aurora Reyes.
Aurora Reyes Flores (1908-1985), comunista, poetisa y pintora mexicana, fue la primera muralista mexicana. Nació en Hidalgo de Parral el 9 de septiembre de 1908, y fue descendiente de una familia ilustre del régimen porfirista. Su padre, el ingeniero y capitán León Reyes; su madre, la señora Luisa Flores. A causa de la profesión militar de su padre, la familia debió cambiar su residencia a la ciudad de Jiménez en Chihuahua. Las imágenes que tuvo del desierto desde tan corta edad, se guardaron en su memoria y reaparecerían poco a poco en su arte.

En el inicio de la Decena Trágica, en el año 1913, con los acontecimientos nacionales su abuelo muere frente al Palacio Nacional. Su padre, por dicho motivo debió trasladarse a la capital para asistir a los funerales, y más tarde enviaría a buscar a su familia. Como no tenían recursos, hicieron el viaje en una carreta tirada por mulas; este episodio quedó en la memoria de Aurora al observar sus ojos tanta miseria y desigualdad. Como se les consideró a ella y a su familia enemigos del régimen, no tuvo una infancia muy favorecida. 


Aurora, inició sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria en el año 1921. Fue ahí donde conoció a Frida Kahlo y se hicieron grandes amigas. Tanto así, que una de sus obras está dedicada a Frida. El tono erótico de la obra es símbolo de la entrañable amistad entre ambas.

“Retrato de Frida frente al espejo”, 1946.

Aurora Reyes, que realizó sus primeros trabajos al mismo tiempo que los autores reconocidos del muralismo, fue objeto de un olvido contundente… uno de esos olvidos políticos que suelen ser orquestados contra los comunistas.


Un año después fue expulsada por “haberse defendido de una prefecta que condenó los nexos de León Reyes con Diego Rivera y con maestros de San Carlos. La acusaron de “sediciosa, libertina y jefa de banda de ladrones”. Después de esto, inició carrera de tiempo completo en la Academia de San Carlos. No terminó sus estudios; prefirió ser autodidacta. Estuvo casada con Jorge de Godoy, considerado el Oscar Wilde de su época y con el inició una familia. Más tarde ella describiría este matrimonio como “la pesadilla del matrimonio”.

"Niño enfermo", 1936.
Aurora siempre vinculó el arte con la lucha de clases. Estuvo involucrada en diferentes movimientos culturales y políticos del país. También en 1935 se unió al grupo de intelectuales que conformaban la Tribuna de México, una sala de discusiones que formó a toda una generación en el libre pensamiento y en el arte de la oración y del debate. En 1936 ingresó en la LEAR (Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios); la versión mexicana de los “frentes populares de intelectuales antifascistas” que se habían formado en varios países. En esa época realizó pintura de caballete que resaltaba el problema de los proletarios, campesinos y masas populares desde una visión materialista y crudamente apegada a la realidad de miseria que se tenía que resistir. Después se interesó por la representación de la figura humana; en el género del retrato.


También en ese año ganó un concurso que le dio la oportunidad de pintar su primer mural en el vestíbulo del Centro Escolar Revolución. A partir de ello, se le otorgó la dignidad de haber sido la iniciadora del movimiento muralista femenino del país. Aunque nunca se declaró feminista ya que comprendía que la lucha por la liberación femenina no era posible sin la lucha por la liberación de la clase obrera y las masas populares explotadas, sus preocupaciones son retomadas como ejes precursores del feminismo en México; entre sus acciones esta la de apoyar el derecho de la mujer al voto y luchar por promover la creación de guarderías para las trabajadoras del magisterio.
Nieta del general Bernardo Reyes y sobrina del escritor Alfonso Reyes, Aurora fue un personaje determinantemente revolucionario. Militante del Partido Comunista de México, poetisa,  maestra,  dirigente sindical, e importante defensora y luchadora a favor de la consecución de los derechos obreros, Impartía clases de dibujo y pintura mientras militaba, o ayudaba en la fundación de la LEAR para promover el arte entre los obreros. Luchó desde el Partido Comunista por integrar al arte a trabajadores y mujeres, sus murales son prueba imborrable de ello por más que se le quiera arrancas su carácter clasista por algunos institutos y el régimen capitalista que sólo recuerda a modo a los personajes revolucionarios cuando le convine. Tuvo frente a sí una oportunidad política única que no tardó en aprovechar (a su manera consecuente) para terminar de asumir una postura crítica y combativa hacia las altas esferas gubernamentales, cuando Luis Echeverría Álvarez asumió la presidencia y la buscó para proponerle ser la primera mujer directora de Bellas Artes, ésta declinó la invitación por provenir de alguien a quien consideraba un asesino al servicio de la burguesía.
Desde entonces y hasta hace poco tiempo, Aurora no figuraba entre las grandes del movimiento muralista mexicano, aun cuando compartía con sus representantes una visión clasista de defensa del obrero y el campesino, así como una técnica depurada de la profundidad de campo y un estilo expresionista y realista. Como docente y sindicalista adoptó una perspectiva materialista, gracias a la cual su obra más que presentarse como un panfleto de la modernidad, puntualizaba los tristes capítulos de la historia que nos habían colocado donde estábamos, así como las serias contradicciones y desigualdades abismales de aquella época, que hoy en día se agudizan y agravan a un paso desenfrenadamente acelerado. De ello da cuenta el mural, “Atentado a los maestros rurales”, una reprobación a las acciones de la guerra cristera contra los profesores laicos y marxistas.

"Atentado a los maestros rurales", 1936.


Así como sus posteriores imágenes sobre las desigualdades sociales, económicas y políticas producto de una historia de conquista, opresión y violencia tales como “El primer encuentro". Más allá de las similitudes con sus colegas, Aurora incluyó en su pintura un elemento distintivo al retratar reiterativamente a mujeres guerreras, luchadoras, revolucionarias; bien fuera con armas, con hijos en brazos o con libros.

"El primer encuentro", 1978.

Comprometida con la causa femenina y la lucha armada, también dirigió su mirada a la maternidad destacando el heroísmo que la madre anónima puede alcanzar en situaciones extremas y que aunado al esfuerzo colectivo se convierte en fuerza implacable para el servicio de la revolución. Por ejemplo, en la obra “Mujer de la Guerra 1934”, vemos a una madre que sostiene a su hijo, sin dejar de sostener un fusil con actitud combativa. Una metáfora muy explícita de su propia vida y situación.

"Mujer de la guerra", 1934.
Sus grandes obras, son dos de sus murales más populares “Trayectoria de la cultura en México" (en este se puede ver la historia de México en tres periodos: prehispánico, colonial, moderno) y "Presencia del maestro en los movimientos históricos de la patria", realizados en el año 1962.

"Trayectoria de la cultura en México", 1962.

"Trayectoria de la cultura en México", 1962.
"Presencia del maestro en los movimientos históricos de la patria", 1962.
Aurora fue una mujer revolucionaria que con su consecuencia y determinación demostró que el arte puede ser una importante arma como método de lucha y transformación, que puede reflejar nuestra realidad de una manera verdadera y sin ataduras en este sentido destacan sus poemarios "Humanos paisajes" y "Palabras al desierto". Una mujer que la historia burguesa ha intentado silenciar y ocultar pero que hoy renace con más fuerza que nunca ante las graves condiciones de opresión, explotación y miseria que vivimos.


Aurora Reyes es el vivo recuerdo de que una sociedad mejor es posible, el comunismo ha dado a la humanidad lo mejor de sí mediante seres humanos como esta gran revolucionaria a las que la vida  les queda corta.
Descubrir su trabajo y dar a conocer su arte revolucionario deberá ser tarea de toda persona que busque un cambio verdadero y de raíz en esta sociedad tan profundamente desigual.


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